Un camino que tomar [Daitaro, Yabutaro] [1/4]

Autor: Midori♥
Pareja: Daitaro y Yabutaro
Género: shonen ai
Advertencia: nada, leer bajo su propio riesgo xD
Aclaración: La historia va en primera persona así que la cuenta Ryutaro, las letras en cursiva son pensamientos.

Bueno al fin!!! como prometido xD me he inspirado gracias los ost taannn bonitos *-* que les haré oír para leer de menor forma el fic si les apetece :L yo sinceramente gracias a ellos he podido seguir el fin siguiendo el tono de la música :3 espero les guste y les sirva. No tengo muy en claro el número de caps pero por ahora lo dejaremos ahi :3

Dedicado: Yumi y Tsuki

Y también este:

El primero para momentos de tensión y el segundo cuando Ryutaro esta pensando o esta mal :S bueno seguiría poniendo más por que no fueron los únicos pero ya la página costara cargarse y no queremos eso n.nU Gracias por leer y esto es para ustedes :)

Que camino que tomar

Capítulo 1: Duda

Estábamos caminando bajo las hojas de otoño, contemplando aquella hermosa estación juntados de la mano. Si venía Daiki, que siempre se aparecía en la siguiente esquina, inmediatamente nos separábamos.

Ahi íbamos los dos, me encantaba sentir su mano apretar la mía, y como siempre, cada tanto nos sonreíamos.

-¿Puedes venir hoy a mi casa?

-Claro que si Yabu.

-Genial, llevo días buscando la manera de quedar solo tu y yo en mi casa.

¿Quería decir que nos quedaríamos toda la noche solos? Ladeé mi cabeza y comenté:

-Pero Yabu, tengo cita con Daiki en la noche, ¿no podría ser antes?

-No, bueno, no importa Ryutaro-dijo con desgano.

Me sentí muy culpable cuando sentí en su tono de voz una tristeza.

-Yabu sempai, ¿por qué no buscas a alguien? Después de todo nadie sabe lo nuestro-dije totalmente convencido de escuchar una buena respuesta.

-Porque yo te quiero a ti-contestó amorosamente.

Mi corazón se partió en dos al oír aquello, o es que no entendía cómo debía sentirme, pues quien se supone es mi amante se estaba enamorando de mí.

Tal vez ahí estaba la oportunidad perfecta para decirle que debíamos terminar, pero no podía dejar de dolerme el hecho de haber llegado tan lejos, me sentía terrible.

Por fortuna ya llegábamos a aquella esquina en donde apareció Daiki, que se acercó a mí y me regaló un dulce beso en la frente, el cual acepté con gusto cerrando los ojos y sintiendo aquello tan… rico y seductor por su parte.

Cuando abrí los ojos ya se había puesto a mi lado y tomado de mi mano.

-Hola Yabu—saludó cortésmente al que estaba a mi lado izquierdo.

-Hola Daiki—respondió fingiendo su buen ánimo.

Yo sabía que era una mentira por que ya lo conocía muy bien, a ambos, pero lo que realmente me inquietaba era que a veces no podía adivinar los comportamientos de Daiki o entender qué le molestaba de tales situaciones.

Pero con el líder era totalmente distinto, ya sé que nos reuníamos a una sola cosa, o eso pensaba, por que cuando estaba con él la pasaba realmente bien. Recuerdo que una vez juntamos nuestras manos y…

Flashback

El atardecer se hallaba precioso sobre el horizonte y nos estábamos calentando con su calor al igual que con nuestro encuentro, recostado sobre el verde césped de color naranja gracias al bello clima era cautivador. Yabu alzó su mano al cielo.

-Ryutaro—pronunció animado—, alza la tuya también—rió levemente de forma curiosa.

-¿Si Yabu?—lo imité.

Él tomo la mía consigo y la levantó más alto, incluso más de lo que debía y me sentí algo tironeado, iba a protestar cuando vi nuestra unión en lo alto y ahí fue cuando se me erizó la piel, no sé por qué pero tomaba mi mano de una manera sutíl y tranquila a la vez, lo mire y se veía conmovido y todo enamorado. Me miró emocionado para volver al cielo su vista y dijo lo siguiente:

-Por favor señor, déjame disfrutar muchos momentos con Ryutaro así como éste, yo lo quiero mucho y el me quiere, por ende, déjame mostrarle más paisajes hermosos en el futuro para que puedo abrazarlo cada vez más y más fuerte—acabó abrazándome.

Mi corazón iba a mil por hora, mi rostro se tornó rojo y abracé a mi sempai, ¿por qué me hacía sentir tal cosa? ¿Por qué Yabu era tan lindo conmigo y lograba mil y unas maneras de demostrarme su amor? Si sólo éramos amantes y nada más… ¿O no?

Terminamos de abrazarnos y me miró sonriente, le devolví aquel gesto y me brindó un cálido y rico beso en los labios.

Fin del Flashback

De reojo mire a Kota cómo se sentía con aquella situación en donde Daiki era mi pareja y note como aquella sonrisa de momentos antes se había esfumado, su semblante era triste y algo serio. Sentí un punzante doloroso en el pecho al verlo así recordando tan buen momento, y sentí el roce de su mano con la mía cuando Arioka nos separó.

-Lo siento Kota, pero me lo secuestraré un rato.

-Está bien—Otra vez… esa sonrisa falsa… —, nos vemos luego—se fue.

Nos fuimos a las clases, más bien Daiki me acompañó al mío, no dejaba de apretar mi mano con fuerza entonces me quejé. Suerte que ya habíamos llegado.

-Lo siento mi niño—me soltó—, más tarde prometo recompensarte—esbozó una mueca chistosa que me hizo sonreír, me besó en la frente y se alejó a sus clases.

Me sentía triste, muy triste. Yo amo a Daiki, pero tampoco puedo negar que mis sentimientos por Kota son fuertes e intensos, también lo quiero, pero no lo amo, ésa es la diferencia.

Tomé asiento en mi lugar de siempre junto a la ventana y observó cuidadoso aquellos hermosos árboles que se mecían a la par del viento, oh si, había un gran viento ese día, al parecer refrescaría más tarde, y me sentí comprendido, estaría tan frío como mi corazón.

Yo soy una persona fría y hiriente, si dejase a Daiki se sentiría triste lo sé… Pero si corto con Yabu..

Suspiré y apoyé mi cabeza sobre mis manos que estaban una sobre otra en la mesa, tenía deseos de llorar pero si lo hacía había tres cosas malas. Primero que me preguntarían por qué lloraba, y no podía decirlo. Segundo que temía a que se enteraran Daiki y Yabu que era muy posible. Y después… ¿qué voy a hacer? ¿a quién debo amar?

Perdí mis pensamientos al caer en la cuenta de que el profesor de matemáticas seguía explicando algo bastante difícil de hacer, por ello decidí tomarme un descanso de mis sentimientos y prestarle atención a la pizarra. Aunque debo admitirlo, fui muy fuerte para aguantar hora y media sin que se me salieran las lágrimas.

Llegué a pensar que no resistiría ante ninguno de ellos y desbordaría en llantos, mejor era reportarme enfermo e irme a casa. Posiblemente fingir era mi mejor arma en esos momentos y la más eficiente pues, mi rostro de seguro veía verse terrible con tanto mal dentro de mi corazón, así que, si me hallaba enfermo.

La campana sonó y de nuevo tuve que deshacerme de mis profundos sentimientos, ¿qué debía hacer? No pude pensarlo dos veces si quiera, Daiki ya estaba en la puerta esperándome con esa misma sonrisa, con la que miles de fans explotan de amor por él y hasta yo.

Gracias a él pude levantarme de mi pupitre y salir a nuestro encuentro, la sonrisa más hermosa del mundo me había sanado de unos posibles llantos infantiles pero dolorosos.

Fuimos a la azotea, comimos nuestro bento y hablamos de banalidades, me contó que no podía estar tranquilo sin mí y que sería genial si fuéramos a la misma clase, entre todo aquello me acorraló contra la pared para besarme.

Una y otra vez me aferré a su cuello con mis brazos mientras bajaba al mío, uno, dos, tres y más suspiros salieron al aire en aquel sitio. Lo separé por que me estaba sintiendo demasiado cómodo y podíamos terminar pasando a mayores.

-Lo siento, eres mi adicción y no me puedo resistir a ti—contestó con problemas en su respiración al separarnos, él me quería tanto.

-Esta bien—le dije—, pero recuerda que estamos en una escuela, ya estaremos solos en casa y podremos disfrutarnos tanto como queramos sin límites, ¿ok?

-Por supuesto mi querido Ryuu♥

Amaba su voz, sus muecas, su respiración chocando contra la mía, su suave y suave piel, y como no, su sonrisa. Volví a besarlo y tocó la campana, nos separamos y nos fuimos.

Caminamos por la galería llena de salones y jóvenes, me sentía importante atravesándola con él a mi lado, era interesante las miradas que recaían en nosotros, incluso las chicas se hallaban muy celosas.

Llegamos a mi curso y me besó en los labios.

-Daiki—recriminé.

-Mírate estás rojo como un tomate—se acercó al oído—, haría más pero se me hace tarde, después lo acabo—, doble tomate en mi cara. Se alejó—, nos vemos.

-Adiós—terminé el encuentro yo bastante rojo, no debía pasarme si se estaba volviendo habitual, seguramente lo hacía por que sospechaba de nuestro “Yabutaro”.

Temía que razonara de la mejor forma y nos sorprenda en algún momento tomados de la mano, si, aquella esquina en donde comenzaba nuestro día se tornaba peligroso y tenía que hablarlo con Yabu.

¿Por qué me tiene que pasar esto precisamente a mí?

Me giré y ahí venía Yabu, encaminando sus alborotados pasos hacia mí cuando ya íbamos a casa. Quería ser fuerte y hablarle de lo que sea, pero estaba tan caído de ánimos que baje la mirada y para infortunio mío él descubrió que algo me ocurría.

-¿Te encuentras bien Ryu-chan?—me tocó la mejilla.

-¡Daiki!—nombré y moví los brazos para que nos viera.

Antes de salir corriendo en dirección a él pude sentir la mirada de Kota en mi nuca, suplicante quizás, pero triste seguro, no es que te esté ignorando pero es que casi nos ve. Me paré de frente suyo y sonreí, me burle de que no podía encontrarme y me miro un tanto serio, ¿acaso nos había visto?

-¿Vamos?—sonrió. Que alivio.

-¡Hai!

Volvimos con Yabu que se encontraba recostado en el pilar de la salida, de reojo mire a que no me viera Daiki para guiñarle el ojo a mi amante, éste sonrió y eso me puso contento, así que se podía decir que me encontraba en perfecta condición ya.

Como todas las tardes, los tres caminábamos contentos y hablando, lo único que odiaba de aquello era el tener que separarme de Daiki, aunque en ese momento era lo mejor quizás para poder respirar un poco y no torturar tanto a Yabu, ¿estaré pensando claro? No se veía bien que digamos, lo mejor era escapar de ahí como fuese posible por que necesitaba estar solo.

-Oh no, tengo que ir en busca de mi libro de historia en la casa de Inoo-kun así que por hoy hasta aquí los dejo—mentí y me fui alejando.

-¿No me vas a dar un beso?—interrogó Daiki esbozando un puchero.

-Claro—aclaré conmovido y lo besé para luego irme.

Me estaba yendo pero me detuve un momento en aquella pared recostado, quería empezar a llorar para tirar todo cuando escucho algo nada bueno.

-Kota Yabu.

-¿Si?—lo espié detenerse.

-Te pediré que—su mirada se veía seria y fría—, te alejes de Ryutaro—¿Pero… pero qué dice? Mis ojos… mis ojos empezaron a humedecerse… Detente Arioka-kun.

-¿Qué?

-Que te alejes de él, he notado cómo lo miras, y hoy descubrí que le tocaste el rostro de una manera que no me gustaría describir—. Oh no, nos descubrió, mis ojos quedaron abiertos como plato.

-Cla-claro Arioka-kun—fue su respuesta.

-Muy bien, lo agradezco—contesto de una manera firme y segura.

Luego vi como se alejaban cada uno a su dirección mientras seguía escondido detrás de un muro que no me costó saltarlo.

Caminé, caminé y caminé por aquellas cuadras que me traían recuerdos de cuando había recibido mi primer beso de ambos, en la misma esquina donde Kota, y yo nos encontramos con Daiki, a ambos los besé allí, no, más bien fui yo quien fue besado. Con tristeza mire esa esquina la cual ahora solo me provocaba dolor e impaciencia, juntado con poco de desesperación y el desanimo de la situación.

La rabia empezó a apoderarse de mi tranquilidad y fui fácilmente engañado por esas sonrisas que no me percatado que algo así pudiese ocurrir, ¿pero qué podía hacer? Huir, no era la forma, tampoco enfrentarme, ¿o sí? Yo y los dos quedarían mal heridos y tampoco eso me gustaba. Continué caminando, tanto que no me di cuenta que estaba corriendo, me aislé de mi camino habitual y me encontré de nuevo con esas dos esquinas que me obligaban a decidir cuál camino tomar.

¿Qué camino tenía que tomar? ¿¡Por qué era TAN difícil!?

Me cansé de correr…

Pare en seco un minuto y noté como había llegado a la casa de Kota sin siquiera tenerlo en cuenta. Respiré un poco, profundo e intentando ensayar lo que diría, no entiendo el por qué, pero mi corazón comenzó a descontrolarse e iba en aumento sus latidos al tanto de que, cuando observé que la puerta se estaba abriendo, me mareé, todo parecía de cabezas y un paso en falso que salió de mi intento por alejarme, me hizo caer desmayado.

Continuará♥

En fin, espero les haya gustado >///< y que me digan si algo le falta o le sobra :L bueno, es todo, gracias por leer :D

PD: olvidé revisarlo S: espero no esté tan mal.